El Parlamento Europeo ha previsto una nueva normativa en material de seguridad para los coches que se pongan a la venta a partir de mayo de 2022. Así, los nuevos vehículos deberán incorporar nuevos sistemas de asistencia y seguridad que permitirán que el vehículo “lo sepa casi todo del conductor”.
El pleno del Parlamento europeo aprobó el martes 16 de abril una reforma por la que, a partir de 2022, los nuevos vehículos europeos tendrán que estar equipados con tecnologías que mejoren sus sistemas de seguridad. El objetivo de todos esos sistemas es inequívoco: reducir el margen de error de los humanos.
El paquete de medidas de asistencia y seguridad en la conducción previsto incorpora dispositivos que se empiezan a comercializar como opción en vehículo actuales, como por ejemplo: avisos de somnolencia o abandono de carril, frenada automática de emergencia y cinturones de seguridad mejorados.
Pero la reforma aprobada por el Parlamento Europeo, incluye medidas que van más allá en el control de los hábitos y conductas de los conductores. Para empezar, los nuevos coches tendrán que ir equipados con una caja negra que, como si se tratara de un avión, registrará los principales parámetros del vehículo para aclarar las causas de accidentes.
Además, el control sobre los conductores abarcará también los casos cada vez más frecuentes de distracción por mirar el teléfono móvil mediante un “software inteligente” que detecta que se ha desviado la mirada. Asimismo, otro asistente inteligente alertará al conductor de que está superando el límite de velocidad y podrá adecuarla al tope que permite la vía.
Sin embargo, el nuevo “gran ojo” a bordo de los vehículos tiene limitaciones ya que deja a la voluntad del conductor la posibilidad de hacer caso a la alerta o no ya que permite desconectar dispositivos como el limitador inteligente de velocidad. Sin embargo, el registro de esas decisiones por parte del conductor en la caja negra puede provocar consecuencias colaterales como la responsabilidad en accidentes al constatarse la negligencia o la temeridad.